Hoy he terminado de leer la Región más transparente de Carlos Fuentes. Era un pendiente en mi lista de lecturas y he quedado fascinado por la fuerza de la novela, de las historias de los personajes y la calidad narrativa de Fuentes. Muchas veces me conmovió leer la miseria, el dolor, la sensibilidad y la humanidad que entretejen las vidas de la viuda, el pobre, el mojado, el exrevolucionario, el poeta fracasado, la amante ciega, la prostituta, el banquero corrupto, la madre soltera, el cineasta, la aristócrata europea venida a menos, y tantos personajes que comparten sus historias en la ciudad de México de 1951. Cierto, la Ciudad es El personaje de la novela, todavía, a 60 años, puede uno distinguir esa ciudad que describe maravillosamente Fuentes y la presencia omnipresente que fue la Revolución mexicana. Muchos momentos son memorables de la novela, pero el último capítulo; justamente el que lleva por título “La región más transparente del aire” es grandioso! Terminaría por decir que la novela es una exaltación de lo mexicano, de la manera más honesta, directa, cruda de una identidad que como más o menos lo dice uno de los personajes “México no se explica, se ama o se odia”.
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