Contradicciones del sistema automóvil
El debate actual sobre el desarrollo de las ciudades no puede evitar el impacto omnipresente de la movilidad cotidiana, especialmente la referente a los efectos del uso masivo del automóvil particular. El discurso entre científicos, funcionarios y activistas sobre los efectos negativos de automóvil es claro en cuanto a los costos ambientales, económicos y sociales. Sin embargo, en ocasiones estos discursos resultan contradictorios en varios sentidos. Muchas ciudades siguen favoreciendo con subsidios e incentivos fiscales la posesión del automóvil particular, ciertas regulaciones en los reglamentos de construcción favorecen el desarrollo indiscriminado de estacionamientos, de vialidades y de usos de suelo que fortalecen la dependencia del automóvil. A pesar de esto, la tasa de motorización no ha dejado de crecer en México y las condiciones son cada vez más favorables para acceder a un automóvil particular.
La automovilidad
Autores de diversos campos disciplinares han investigado el automóvil desde perspectivas muy variadas: para dar cuenta de la importancia en que ha marcado el estilo de vida urbano (y suburbano); el paisaje, la economía, el medio ambiente, la cultura, la sociabilidad, la ciudad, el consumo, la tecnología, etc (Beckmann, 2001; Jones, 2009; Urry, 2004).
La automovilidad puede ser entendida como el modo de vida basado en una forma de relación espaciotemporal particular cuyo soporte socio-tecnológico es el vehículo automotor de uso privado (González, 2014)
Entre las dimensiones soci-ecologicas sensibles a la automovilidad, queremos poner el foco sobre los procesos de territorialización. La reconfiguración del espacio es clara a partir de la masificación del automóvil; las distancias se incrementaron y el paisaje urbano (y suburbano) se transformó para dar acogida a una movilidad basada en el automóvil. Desde el diseño de la vivienda, pasando por la forma y configuración de la traza urbana, hasta la emergencia de nuevos lugares y servicios, son testimonio de la profunda y amplia integración coche en el modo de vida de millones de personas.
La guerra contra el Auto
Los efectos del automóvil han sido ampliamente estudiados y documentados. Estos pueden ser agrupados en los que tiene un impacto de carácter ambiental directamente, y sobre la salud. Además, están los costos económicos que regularmente han sido relacionados con el consumo energético, la liberación de la importación de vehículos usados, el impacto fiscal al subsidiar infraestructuras viales y los impuestos a la tenencia, etc. Algunos intereses de grupo ven favorablemente la instalación de incentivos para la compra y uso del automóvil particular como señal de crecimiento económico. Por otra parte, prácticamente todos los fabricantes automotores han iniciado una transición hacia lo que algunos llamaría el Green Car: pequeño, ecológico, compartido, flexible, etc. lo que podemoms interpretar como señales tempranas de una posble transción en el pardaigma de la movilidad urbana (Jones, 2009; Perry, 2000; Wright & Curtis, 2005).
A nivel social, el uso del automóvil ha sido estudiado en el contexto de la segregación y desigual acceso a la ciudad, su impacto negativo sobre el uso del espacio público y un número de malestares y stress (Medina, 2012). Los costos sociales, colectivos e individuales que se asumen con el uso del automóvil no explican, sin embargo, la creciente demanda de coche. Las cifras de diversas fuentes muestran claramente que la tendencia sigue la ruta hacia una sociedad cada vez mas motorizada. Para ilustrar esto para el caso mexicano, la gráfica de la figura 1 permite comparar el patrón de crecimiento del parque vehicular en México. Este tipo de comportamiento, no ajeno para México, es sintomático de una sociedad cuyo referente de progreso esta basado en ciertos valores y acceso a satisfactores donde el poseer un auto es el signo paradigmático.
Figura 1. Evolución del parque vehicular en México 1980-2010
La dependencia al automóvil
A la fecha, el sistema automóvil ha demostrado su capacidad de innovación y adaptación que se caracteriza por ser un sistema no-lineal con una fuerte capacidad de auto-organización. Esto genera una trayectoria de dependencia difícil de romper. Algunas de las razones por las que se expresa la “inevitable dependencia del automóvil” estan relacionadas con las condiciones climáticas, la asociación entre progreso y motorización, la forma de la ciudad, el sentimiento de inseguridad, el derecho individual de moverse, las presiones económicas de los desarrolladores y de la industria automotriz, y la “doctrinas” de planeación urbana orientada al uso del automóvil particular (Newman & Kenworthy, 2000). Una pista que permita entender porque el automóvil sigue siendo el modo de transporte icónico de la sociedad moderna puede ser justamente un atributo espaciotemporal central de la modernidad: la flexibilidad espacial y temporal. La principal ventaja del automóvil es su flexibilidad, innovación y adaptabilidad que se manifiesta de cuatro maneras:
- Flexibilidad espacio-temporal
- Adaptabilidad institucional
- Innovación tecnológica
- Asimilación socio-cultural
Figura 2. Flexibilidad espaciotemporal y modo de transporte
La flexibilidad espacio-temporal del automóvil es ilustrada en la gráfica de la figura 2. Entendiendo la flexibilidad espaciotemporal que ofrecen diversos modos de transporte como la capacidad de variar en su localización (lugares de origen y destino), de navegación (diversidad de trayectorias y caminos), autonomía de alcance (la distancia de recorrido que es capaz de realizar), el horario y frecuencia de uso por parte del usuario. Después de caminar y de la bicicleta y la motocicleta, el automóvil es el modo de transporte que presenta la mayor flexibilidad espaciotemporal.
La dimensión espacial de la automovilidad es central para entender la manera que funciona el sistema automóvil. El llamado “circulo mágico” explica la gradual construcción de interdependencias entre el uso de automóvil y la construcción de infraestructuras, servicio, empleo, impuestos, y un estilo de vida basado en la automovilidad. El uso del automóvil ha gradualmente transformado el territorio reproduciendo las condiciones para su uso y dependencia. El aumento de distancias entre los lugares y la caída en la densidad urbana es parte de la explicación que ha orientado por ejemplo la Agenda Urbana de ONU-HABITAT III, en términons generales el discurso políticio y del urbanismo militante.
Para revisar… el sistema automóvil
En una próxima entrada compartiré un análisis del sistema automóvil. En ese análisis se refleja cuatro dimensiones del sistema automóvil, lo que nos permite construir una idea de las dificultades que hay para romper la inercia de dependencia del sistema, además de la capacidad de resiliencia (adaptación e innovación) del sistema automóvil como mecanismo de respuesta a nuevas exigencias institucionales, socio-ecológicas, culturales, y comerciales.
Bibliografía
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Jones, T. (2009). After The Car, K. Dennis, J. Urry. Polity Press, Cambridge (2009). 180 pp., RRP (Pbk) £14.99, ISBN: 978-0-7456-4422-6. Journal of Transport Geography, 17(6), 512–513. doi:10.1016/j.jtrangeo.2009.07.006
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